El cuaderno de Protocolo: El Día de las Fuerzas Armadas en Zaragoza

Ha sido un trabajo duro. La lluvia de los días anteriores complicó mucho el montaje y todo hacía presagiar que tendríamos chubascos durante la celebración. Trabajar en un escenario al aire libre y bajo aguaceros constantes es extremadamente complicado. La humedad mataba el color elegido para la tribuna y lo oscurecía hasta perder la vistosidad. Para colmo, una pequeña grieta provocaba goteras en el techo de la tribuna principal. Finalmente, se solucionaron los problemas y, el día del acto, un sol extraordinario hacía brillar todo el montaje. Unos pequeños retoques, el consiguiente drenaje del agua almacenada en zonas de bolsas y algunos trabajos de carpintería dejaban el escenario y las tribunas listos a las 11 en punto de la mañana.

Todo listo. A las 11:45 entraba el ministro del Interior por suplencia de la ministra de Defensa. Pocos minutos después, el presidente del Gobierno de Aragón, a quien recibían el ministro y el jefe del Estado Mayor de la Defensa. Y a las 12 en punto lo hacían SS MM los Reyes acompañados por los Príncipes de Asturias.

Tras los honores militares, el Rey pasó revista a la compañía de honores y, finalizada la revista, la Familia real saludó alas principales autoridades civiles y militares presentes en el acto, este año encabezados por Javier Solana, secretario general del Consejo de la Unión Europea.

Toda la cúpula militar y ministerial asistió a la parada, que cada año se celebra coincidiendo con la festividad de San Fernando y que cumple su vigésima primera edición.

Tras el saludo protocolario, llegó el momento del izado de la Bandera Nacional, del número 1, con 24 metros cuadrados de extensión, que fue portada por tres soldados de los Ejércitos de Tierra y del Aire y de la Armada y por un miembro de la Guardia Civil. Posteriormente, se celebró el tradicional acto de homenaje a los que dieron su vida por España.

El homenaje a los caídos concluyó con la primera pasada de los siete reactores C101 Aviojet de la Patrulla Acrobática Águila, que dibujaron los colores de la bandera nacional en el cielo de Zaragoza. Tras ello, comenzó el desfile. Los cazabombarderos F18 del Ala 15 de la Fuerza Aérea, con sede en la Base Aérea de Zaragoza, fueron los encargados de abrir la exhibición aérea, que lideró el segundo jefe del Mando Aéreo de Combate, general de División Fernando Lens.

Este bloque contó con un total de 50 aeronaves, incluidos aviones de transporte Hércules C130 de la Base de Zaragoza, helicópteros de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (FAMET), helicópteros navales Seahawk y cazas navales Harrier AV8+ de la Flotilla de Aeronaves la Armada.

El desfile terrestre comenzó una vez concluida la exhibición de aeronaves y estuvo al mando del jefe de la Fuerza de Protección de la Armada (JEPROAR), general de Brigada de Infantería de Marina Ramón López Nuche. Además de las unidades a caballo, motorizadas y mecanizadas, recorrieron el céntrico paseo zaragozano sendas compañías de la Legión, con su veloz cadencia de paso (160 pasos por minuto), y de los Tabores de Regulares de Ceuta y Melilla, con su lento caminar (90 pasos por minuto).

No faltaron en la parada militar los miembros de la Guardia Civil, los cadetes de los Ejércitos de Tierra y del Aire, los guardiamarinas de la Armada, los militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con su característico uniforme negro y boina mostaza, ni los esquiadores de la Brigada de Tropas de Montaña, una de las unidades más destacadas de Tierra con arraigo y tradición en Aragón.

Una vez terminada la parada militar, se celebró la tradicional recepción, esta vez en el Ayuntamiento de Zaragoza, durante la que el Alcalde dió la bienvenida, el ministro Rubalcaba brindó por SM el Rey y el Rey brindó por España, como es tradicional.

Algunas fotos de la parada, procedentes de la página Web del Ministerio de Defensa: