La mesa electoral

Hace unos días, un policía municipal llamó a la puerta de mi casa. Era domingo. Me entregó un sobre con una notificación por la que se me nombraba 2º suplente del 2º vocal de mi mesa electoral.

Cumpliendo con mi obligación, esta mañana,a las 7:45, salía de mi casa dando corto un paseo hacia el colegio electoral, situado a apenas unos pocos cientos de metros de casa. A las 7:50 llegaba al local, en donde se empezaban a concentrar los componentes de la mesa. Interventores y apoderados de partidos, vocales, presidentes y suplentes empezábamos a situarnos en nuestros respectivos lugares. Mesa 20 B... Era el primero. Después llegaba el 1º vocal. Más tarde, los suplentes 1º y 2º de los demás vocales; llegadas las 8, hora de constituirse las mesas, llegaba el 2º vocal, que me liberaba de mi obligación.

Incertidumbre... el presidente no llegaba. Muy poquito después de las 8:05 legó el 1º suplente del presidente que, a la postre, se convertiría en presidente tras llegar las 8:30 y no aparecer el titular. El suplente inició una apresurada lectura de las instrucciones electorales y procedió a la apertura de la caja sellada que contiene la documentación electoral.

Pasadas las 8:30 se dio por constituida mesa, y por finalizada la obligación de la mayoría de los suplentes. Así, tras prometer ir a visitarles luego (es nuestra mesa electoral), abandonamos el colegio.

Voy a verles ahora mismo; ya toca.