Delegada real el 25 de agosto en Santiago

Informa: Boletín de la Escuela Internacional de Protocolo.

El Rey Juan Carlos designó a la presidenta del Parlamento de Galicia, Dolores Villarino, como Delegada Regia en los actos de la tradicional Ofrenda al Apóstol, que se celebrarán el próximo miércoles 25 de julio en la Catedral de Santiago, según informó hoy la Cámara autonómica en un comunicado. Es la primera ocasión, según informa EFE, en la que Dolores Villarino, como presidenta del Parlamento gallego, oficiará de Delegada Regia en los actos de la Ofrenda al Apóstol.
En los últimos años, desde 1999, Don Juan Carlos realizó la Ofrenda en dos ocasiones, 1999 y 2004, ambos Años Jubilares; el ex presidente de la Xunta Manuel Fraga la ofició en el año 2000; la Infanta Cristina fue Delegada Regia en 2002 y el ex presidente del Parlamento José María García Leira en el año 2003. Además, el alcalde de Santiago, Xosé A. Sánchez Bugallo, hizo lo propio en 2001 y 2005; y el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, en 2006.
El Día de Galicia tiene múltiples manifestaciones. Además de ser la fiesta patronal de la capital gallega, Santiago de Compostela, aglutina una de las principales celebraciones religiosas e institucionales del país, y, a pesar del paso del tiempo, sigue conservando un sabor reivindicativo de corte galleguista-nacionalista. Como fiesta religiosa, el Día del Apóstol tiene un protagonista indiscutible, Santiago, y un marco incomparable, la Catedral, meta de peregrinos y que hace de la ciudad la Capital de Occidente. Es, precisamente, en ella donde comienzan los actos conmemorativos del Día del Galicia con la tradicional ofrenda al Apóstol que incluye el espectacular vuelo del botafumeiro y finaliza con fuegos artificiales que iluminan la ciudad. Un acto en el que participan las principales autoridades gallegas, pero también del resto de la nación, puesto que el 25 de julio se conmemora, además, la festividad del Patrón de España.
La tradición de la Ofrenda al Apóstol fue instaurada en 1643 cuando Felipe IV estableció una ofrenda de mil ducados de oro dedicados al culto de Santiago el Mayor en la iglesia de Compostela: una cantidad que debía pagarse cada 25 de julio por los agravios infringidos.