¿No te ha pasado nunca?

Es posible que sí. Y no solo en Protocolo, también en otros ámbitos de tu vida; pero en nuestro oficio se da mucho (al menos, eso dicen).

En lo particular, el clásico amigo que te aconseja cuando ya has tomado una decisión. En Protocolo, el clásico amigo que te aconseja cuando, tras meditar y consultar algo, has tomado una decisión y has elevado tu propuesta a tu jefe y te la ha aceptado (si la has rechazado, no hay caso).

Ese amigo se incorpora en el último momento a una reunión a la que, en principio, no estaba invitado, y después de que has dado las instrucciones pertinentes al equipo, te susurra al oído su consejo. Y lo hace, además, con el tono de voz necesario para que se entere todo el mundo.

El proceso ha sido el siguiente: has pensado en el acto, has pedido opiniones, has analizado todos los factores y, por último, has tomado una decisión. La has despachado con tu jefe y está totalmente definida. Después, te has reunido con los "actores" principales del evento y has empezado un primer ensayo para definir aquellos detalles que no pueden plasmarse en un papel. Ese es el momento; alguien se cuela y te "susurra" el consejo. Alguien que, de forma circunstancial se ha unido al cortejo inicia el siguiente diálogo: "Oye, ¿no has pensado que sería mejor que ... (sustituye los puntos suspensivos por su idea feliz)?. A lo que le contestas, en primera instancia de buena gana: "Sí, ya lo hemos pensado (con énfasis en el "hemos"), pero lo hemos (otra vez énfasis) desechado." Y él insiste, con voz más alta: "Bueno, bueno, yo no tengo nada que ver en el asunto, pero a mí me parece que sería mejor así..."

Este diálogo puede prolongarse hasta el infinito. No os canso. Puedes cortarlo con un cortés "Lo pensaré" y seguir con lo que estaba planeado, o simplemente enviar al de la idea a algún lugar imaginario, o no, a hacer algo con su idea. Por si este comentario lo leen niños, no diré a dónde.

¿No os ha pasado nunca? A mí tampoco, pero es una situación que se puede dar...