Entrega de la Bandera de Combate a la Escuela de Suboficiales de la Armada

Tuvo lugar el pasado día 28. A su llegada a la Plaza de la Iglesia, Su Alteza Real fue recibida por el alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo Foncuberta, el jefe del Estado Mayor de la Armada, el almirante general Sebastián Zaragoza Soto, el almirante de la Flota, Fernando Armada Vadillo, y el director de la Escuela de Suboficiales de la Armada, el capitán de navío Jesús Bernal García.
Tras los honores de ordenanza, Doña Cristina pasó revista a las tropas, a cuyo término fue saludada por las autoridades civiles y de Defensa asistentes al acto.
Después de conceder la Infanta permiso para iniciar los actos, hizo entrada la Bandera Nacional. El alcalde de San Fernando pronunció seguidamente unas palabras, a cuyo término hizo entrega a Doña Cristina de la Bandera.
Tuvo lugar posteriormente la Bendición de la Enseña Nacional. Doña Cristina entregó la Bandera al Oficial Abanderado y pronunció unas palabras, en las que agradeció la calurosa acogida brindada por los isleños.
Antes de expresar su afecto y agradecer a los isleños y a San Fernando, representados el alcalde y la Corporación Municipal, la generosa donación de la Bandera, recordó Su Alteza Real que el acto se celebra en "la antigua Villa de la Real Isla de León, sede de la Regencia y de las Cortes durante un tiempo crucial de nuestra Historia, en el que sus habitantes supieron mostrar su heroísmo, defendiendo la libertad y la independencia de España"
Doña Cristina elogió la cualificación de los que forman parte de la Escuela de Suboficiales de la Armada, que "contribuye a dotar a la Armada del nivel de excelencia necesario, para cumplir las misiones que tiene encomendadas. Una cualificación en la que sabéis integrar conocimiento y lealtad, estudio y disciplina, valor y compañerismo. Así habéis configurado el espíritu que estimula vuestra entrega, permanente, alegre y sacrificada. También cuando hayáis de superar dificultades, y en ocasiones riesgos, en el ejercicio de vuestros cometidos".
Una vez terminada su intervención, la Infanta besó la Enseña Nacional y la entregó al director de la Escuela de Suboficiales, quien pronunció unas palabras.
Después de una salva de fusilería, la Bandera se incorporó a la formación a los acordes del Himno Nacional y Su Alteza Real ocupó su lugar en la Tribuna. Tras la interpretación del Himno de la Armada comenzó la parada militar, con lo que concluyó el acto castrense.
Doña Cristina firmó en el Libro de Honor y se trasladó seguidamente a los jardines de Colón, donde se celebró un vino de honor, cuyo brindis corrió a cargo del almirante jefe del Estado Mayor de la Armada. A su término, Su Alteza Real fue despedida por las mismas autoridades que la recibieron a su llegada.

Informa: Casa de SM el Rey.